30 may 2008

Aquella mirada

El sonido de tu mirada estrechamente sobre los brazos dormidos del sol saliente de cada anochecer, que al salir recorre todas las partes de mi cuerpo iluminado. Lo recorre como un camino que la luna no conoce y quiere ver qué hay más haya del final que no tiene fin. De aquellos largos brazos, de aquellas largas piernas que de cerca no parecen simples piernas sino que son como fideos de nunca acabar.
Y con ésto le agregaria un poco de salsa para darle sabor al camino, es como el mate cuando uno lo toma se siente acompañado y satisfecho.
Una cucharada de música para sentirnos a gusto, y así alegrar a la luna que quiere abrir los ojos para observar miles de veces más a los individuos que caminan delante de ella y desarrollan sus actividades. Y eso le produce tanto amor que cada ves que despierta lo hace sin tener que despavilarse. Y el camino que esta sobre mi piel se siente observado por el sonido de aquella mirada al despertar, aquella mirada de luna saliente de cada atardecer.
Y así me siento yo, que me observan desde arriba sin compromisos, sólo satisfacción y placeres de la vida, de una luna desolada, alejada de la multitud humana, donde nadie la moleste y asi vívir la vida felíz y así vívir y así la vida y así felíz.

1 comentario:

lumía dijo...

solo pido una cosa: que los parciales no nos atrofien el cerebro y podes, de una vez por todas, arreglar un dia y empezar ese proyecto nuestro!
que no se detengan las letras ni la lluvia de palabras! ahoguemonos en versos.

puntoyaparte-